Derechos Humanos  |  violencia de género

La memoria se volcó a la calle

Por Utelpa
El ajuste ajusta

Fotos: Utelpa


Cotidianamente, todxs realizamos consumos mediáticos. Ya sea mediante redes sociales o medios masivos de comunicación, estamos constantemente recibiendo información. Los medios cumplen una función social determinada: producir y circular sentidos, discursos, ideas, temas, imágenes. Es decir: indicarnos sobre aquello que, en determinado momento y lugar, debemos hablar, o al menos tener noción. Sin embargo, su rol no termina ahí. 

Así como pone ciertos temas en agenda en determinado contexto, también produce silencios. Así como los medios visibilizan, también invisibilizan, ocultan. Y es en este aspecto donde nuestro rol en tanto militantes y miembros de la comunidad educativa, recobra importancia.


Este 24 de marzo, como todos los años -a excepción del 2020 dada la situación de emergencia sanitaria y el desconocimiento ante medidas de protección contra la COVID-19- salimos a la calle, como sector popular al cual pertenecemos. En un nuevo aniversario por la memoria, verdad y justicia, nuevamente marchamos para acompañar y reivindicar la lucha y las consignas de las Madres, Abuelas y los organismos de derechos humanos que hace 45 años se enfrentan al silencio, la invisibilidad y al negacionismo que aparentan querer implantar desde el cuarto poder. Ante este silencio, nos proponemos hacer ruido.


En la Semana de la Memoria, han sido múltiples las actividades realizadas. Particularmente el 24 de marzo, se convocó a una marcha desde la plaza San Martín de la ciudad capital, hasta la comisaría primera, ubicada en la avenida Belgrano Sur 199. 

Entre quienes participaron de la movilización y las actividades, podemos mencionar la visita realizada por Elena Gallinari, hija de Miguel Ángel, secuestrado desaparecido de General Pico, quien dio un discurso en el cual resaltó la necesidad de continuar la lucha y el compromiso político-civil en la recuperación de lxs nietxs que aún continúan desaparecidxs

Una vez llegadxs a la sede de la Comisaría Primera, nos trasladamos al espacio verde contiguo donde se emplazará un monumento de señalización del centro clandestino de secuestro y tortura. Allí, colocamos tres árboles, plantando memoria, verdad y justicia

A modo de cierre del acto por el día de la Memoria, contamos con el testimonio de Raquel Barabaschi, víctima del terrorismo de Estado, querellante del juicio de la sub zona 14  y  referente del Movimiento Popular Pampeano de Derechos Humanos. En el mismo, ella mencionó tres aspectos primordiales: un nuevo pedido de justicia real para quienes han sido víctimas de forma directa o indirecta de la dictadura cívico-militar-eclesiástica de 1976, cárcel común para Baraldini y todos los genocidas, y finalmente, la reconversión del edificio de la comisaría primera en un espacio para la memoria, proyecto que aún continúa estancado.


Contamos de forma reducida lo sucedido en esta fecha porque tenemos la certeza de que la memoria es un acto colectivo y procesual: se construye cotidianamente, a partir de la visibilización, la pedagogía de la memoria y el trabajo constante y articulado de todos los sectores de la sociedad. Ante el silencio, nuestro deber es el de actuar, hacer que nuestras voces se escuchen, movilizarnos y sobre todo, acompañarnos y apoyarnos en esta lucha, que es de todxs.