Derechos Humanos  |  violencia de género

2 de abril, día del veterano y los caídos en la guerra de Malvinas

Por Utelpa
El ajuste ajusta

Fotos: Utelpa


2 de abril,  día del veterano y los caídos en la guerra de Malvinas

 

El proyecto militar genocida instaurado en el país en 1976 para exterminar la solidaridad y la militancia social, destruir la industria nacional, debilitar la economía del país endeudándose abruptamente con el FMI y para implementar un modelo Neoliberal tutorado por  Estados Unidos, se contradice con todo tipo de objetivo de fortalecimiento de la Patria y de su soberanía.


La Junta Militar construyó un relato sobre la guerra de Malvinas basado en la lucha de armas para defender la patria con valor. Este relato niega y elimina diferencias entre superioridad militar y soldados, entre quienes fueron convencidos y quienes  fueron obligados y violentados. Aquí se los llama a todos héroes por ser parte y defender el mismo  objetivo militar.


Ante esto, debemos desarmar y reconstruir una idea de heroísmo que no justifique la atrocidad de la guerra, menos aún en un contexto de terrorismo de Estado; y que, a la vez, ponga en valor las acciones y la vida de quienes la sufrieron de forma directa, y la significaron como mejor pudieron, dentro de las relaciones de opresión.


Para ello, es preciso comenzar un camino doloroso. Inicialmente, comprender las  diferencias entre los soldados y los militares de carrera (participes activos del genocidio). Los primeros, tenían 18 años de edad (1962-1963), muchxs fueron obligados, sufriendo torturas físicas y psicológicas, y no poseían preparación ni condiciones materiales para combatir. El frío, el hambre y el abandono fueron sus peores enemigos. Incluso, testimonios indican que eran mejores las condiciones de los soldados prisioneros de guerra que la vida que se les daban en sus propias filas. 


Lejos de ubicar estos testimonios y sufrimientos en el lugar de víctimas en un sentido de subestimación, resulta necesario para la compleja construcción de la memoria colectiva sobre la Guerra de Malvinas,  reconocer el valor de la resistencia de modo integrado al carácter de "víctimas", del proceso militar  global que afectó a toda la población, a todo el pueblo argentino.


Nombrar a los soldados ex combatientes como víctimas del proceso militar, que fueran enviados a una muerte segura o al padecimiento, no debería suponer la negación de un carácter heróico en un sentido de voluntad de lucha y resistencia. Más bien, deberíamos reconocerles un valor doble, por ser parte de una historia que, en poder y dominio de  sectores eclesiásticos, civiles-empresariales y militares, tuvieron que soportar y resistir la fuerza brutal de esa dominación.


Hasta nuestros días, continúan los casos de suicidios de excombatientes, sobreviviendo entre ser nombrados como héroes por los mismos que los sometieron, o ser nombrados como víctimas, entre la exaltación de aquel hecho y el olvido, entre  el ninguneo y el acompañamiento de las políticas públicas.


En democracia, los diferentes gobiernos incursionaron sobre premisas respecto a la importancia del reclamo de soberanía de las islas Malvinas, por ser una porción de territorio nacional ocupada por una potencia imperial, estratégico en su ubicación geográfica por la cercanía a la Antártida, dándole potestad sobre ella, controlando el paso bioceánico y sus riquezas pesqueras y de petróleo en la plataforma marina.


Quizás sean los mismos soldados sobrevivientes quienes deban crear su propia definición política, su propia verdad, mientras que nuestro rol sea escucharla atentamente, al tiempo en que seguimos construyendo reflexión y exigiendo de forma pacífica nuestra soberanía sobre las islas.


Para cerrar, la defensa de la soberanía incluye hoy el pedido de no concesión de la "Hidro vía Paraná-Paraguay" porque se privilegia, como entrada y salida, al Paraná Bravo por el Puerto de Nueva Palmira (Uruguay) y al Canal Punta Indio por el Puerto de Montevideo (Uruguay) favoreciendo la navegación de buques que se llevan nuestras riquezas sin aportar lo que corresponde al Estado argentino.