Derechos Humanos  |  violencia de género

La política de la adversidad

Por Utelpa
El ajuste ajusta

Fotos: Utelpa


La libertad ha sido una consigna retomada por diferentes sectores de derecha a nivel mundial para posicionarse en períodos democráticos. Generalmente, embanderados por la famosa "libertad individual" a nivel político-cultural y "libertad de mercado" en lo económico, han sido lxs encargadxs de reducir y desmantelar las funciones estatales, entre ellas, la educativa, priorizando al sector privado con todo lo que ello implica. Esta toma de postura no es un fenómeno reciente. 

Hace unos días fuimos testigxs de la hipocresía que tras la "libertad" se esconde. Luego de que el gobernador pampeano, Sergio Ziliotto, anunció medidas para contener la pandemia en la provincia, entre ellas la suspensión de las clases presenciales, un "grupo de padres organizados", impulsadxs por el bloque del PRO provincial, se manifestó en la denominada "marcha de los globos blancos", en pedido de dar marcha atrás particularmente a esta medida. 


¿Por qué hablamos de hipocresía? Una de las caras visibles de la manifestación fue Eduardo Fraire, ex gobernador de La Pampa durante la última dictadura cívico-eclesiástica-militar en nuestro país. Es un exponente vivo de la aplicación de un plan destinado a desmantelar al Estado y a la educación pública. Bajo su gestión se reemplazó la cátedra de Instrucción Cívica,  anularon contenidos humanistas de los planes de estudios, condenaron la teoría de los conjuntos como subversiva, entre otras medidas opresivas. Fue uno de los encargados de destruir el sistema de educación pública transfiriendo establecimientos nacionales a la órbita provincial sin su consiguiente presupuesto, y como ya conocemos, formó parte de los planes de ataque a las universidades, la escuela hogar, el instituto José Ingenieros, y la persecución y encarcelamiento de docentes.

Fraire fue unx de las personas que reclamó por "la libertad", junto a su hija, una de las coordinadoras de la marcha de los globos blancos. Esto demuestra que la oposición de derecha actual, de actual no tiene nada: son exactamente los mismos apellidos y clase política-ideológica que durante la última dictadura militar tomó medidas represivas y opresivas para con la clase popular y militante. Quienes vemos que hoy fogonean consignas contra el cuidado colectivo en nombre de una supuesta libertad, son lxs mismxs que hicieron todo lo posible por intervenirla y violentarla desde las década de los 70, ya sea a partir del secuestro y desaparición de personas, como de la intervención de colegios y universidades de forma violenta en el ámbito educativo.

La única diferencia es que cambiaron las herramientas. Mientras que antes se valían del miedo, las armas y los secuestros, en democracia, se valen de los medios masivos de comunicación para conformar un sentido común que tenga de base su ideología: la política de la apolítica, de una neutralidad inexistente, de la libertad como premisa ilusoria. Es la política de la adversidad.

Y una nota al margen para el nombre que eligieron. No puede ser casual que se autodenominen "Padres...", mientras atacan a un colectivo integrado en un 80% por mujeres; y que además, son justamente mujeres, quienes mayoritariamente se ocupan del cuidado y acompañamiento de lxs niñxs mientras la escuela transita por la virtualidad

Por todo esto, nuestro rol hoy es continuar con el desenmascaramiento: sabemos quienes son, que hicieron, y no lo olvidamos. Al contrario, lo visibilizamos, manifestamos y repudiamos.