Documento de CTERA sobre la aprobación del CFE acerca del 'Plan Nacional de Evaluación'
Por Utelpa
Fotos: Utelpa
Desde CTERA consideramos que la evaluación educativa necesariamente tiene
que ser planificada y definida en el marco de un proyecto educativo que, fundamentalmente,
proponga un horizonte de soberanía pedagógica y no se someta a los modelos de
privatización y mercantilización de la educación que hoy intentan imponerse a
escala global.
Por ello, es auspicioso contar hoy con un Plan Nacional de Evaluación del
sistema educativo que supere aquellos dispositivos reduccionistas y
estandarizados que se quedan en la mirada corta de la medición del "rendimiento
de los alumnos" o del desempeño de los docentes, y que se basan en la ideología
de la "rendición de cuentas". Por el contrario, es muy necesario pensar en una
evaluación integral, formativa, procesual, participativa y no punitiva, tal
como desde nuestra organización sindical ya lo habíamos refrendado en la
Paritaria Nacional Docente del año 2013 en la que se aprobaba un Programa de
Formación Permanente con esa misma concepción de evaluación.
En todos los tiempos, pero más aún en el actual contexto signado por las graves
consecuencias de la pandemia que asola a nuestros pueblos, se torna necesario
contar con un plan de evaluación que permita sistematizar toda la información y
construir evidencia científica sobre la situación educativa en toda su
complejidad. Por lo que es muy importante crear, recrear y articular diversos
dispositivos y procesos que puedan dar cuenta del estado de situación de las
distintas dimensiones del campo educativo de manera integral, plural y
complementaria, tal como los contempla este Plan, ampliamente discutido en el
seno del Consejo Nacional de la Calidad de la Educación, del que CTERA forma
parte constitutiva.
En estos tiempos, es totalmente necesario conocer cuáles y cómo han sido las
condiciones para sostener los procesos de enseñanza y de aprendizaje durante la
pandemia; qué se estableció como contenido prioritario y qué se pudo enseñar y
aprender en las condiciones existentes; qué transformaciones sustanciales y qué
alteraciones se produjeron en el funcionamiento institucional y en los puestos
de trabajo decente; con qué condiciones económicas, sociales y tecnológicas han
contado las familias para acompañar a sus hijos e hijas estudiantes; y en esas
situaciones, cómo se vieron impactadas las trayectorias escolares de las y los
estudiantes de los diferentes niveles y modalidades; en qué ítems del
presupuesto y en qué porcentaje se destinaron los recursos del Estado para el
campo educativo. Estas son algunas de las principales variables sobre las que
debería dar información un plan de evaluación entendido como la base para la
toma de decisiones de políticas educativa, y no quedar limitados a un simple
resultado de una prueba estandarizada para definir el futuro de un proyecto
educativo nacional.
Por este mismo motivo, desde CTERA volvemos a manifestar nuestro histórico
rechazo a las Pruebas PISA, ya que consideramos que las mismas son de total
inutilidad al momento de construir un sistema nacional de evaluación integral y
formativo, y que además contribuyen con el modelo global de mercantilización y
privatización de los sistemas educativos mundiales. En el mismo sentido,
reiteramos nuestra crítica a los operativos "Aprender" tal como fueron
aplicados durante la gestión del gobierno anterior ya que los mismos no solo
carecían de validez metodológica y pedagógica (cambios en la periodización,
exclusión de preguntas cualitativas y de respuestas abiertas, etc.), sino que
además se montaron sobre la imposición antidemocrática y la exclusión de la
docencia en todo el proceso de construcción y aplicación de los dispositivos.
Por todo lo planteado, consideramos que estamos frente a una gran oportunidad
para construir democráticamente un Plan Nacional de Evaluación que recupere los
lineamientos expresados en la LEN26.206, en las Resoluciones del CFE 99/2010 y
116/2010, y en las Paritarias Docentes sobre el tema, y que vuelva a instalar
el debate sobre lo que entendemos por "Educación de calidad", yendo más allá de
la medición reduccionista que se da a través de las pruebas estandarizadas.
Desde la concepción de la educación como derecho, donde el Estado se asume como
responsable de que se efectivice este derecho, una prueba estandarizada que
homologa y espera que todos tengan los mismos estándares de aprendizajes, no
podrá nunca evaluar la "calidad" de un sistema educativo. Para lograr una
visión integral sobre el sistema educativo se deben analizar todas sus
dimensiones, y con información que provenga de distintas fuentes, además de las
evaluaciones de aprendizajes.
Es necesario, por tanto, contar un Plan Nacional que tenga a la docencia como
protagonista y productora de conocimientos y no como simples objetos de
estudios de pruebas tecnocráticas que arman otros desde la lógica
empresarial-mercantilista de la educación.
Hoy se ha logrado contar con una Resolución del CFE que aprueba este Plan
Nacional de Evaluación que se constituye en un marco regulador que abre la
posibilidad de construir otros modos de evaluación que van en consonancia con
el principio fundamental de la educación como derecho; igualmente, desde
nuestra organización gremial, seguiremos trabajando duramente para que en la
práctica se respete y concrete la idea de la evaluación como un proceso
integral, participativo, no punitivo y formativo.
Jueves 8 de julio de 2021
Sonia Alesso
Secretaria General de CTERA
Miguel Duhalde
Secretario de Educación de CTERA